Rinoplastia-Rinoseptoplastia (Cirugía Nasal)

La Rinoplastia o Rinoseptoplastia son intervenciones encaminadas a mejorar el aspecto de la nariz remodelando la punta, quitando una giba, corrigiendo la desviación, mejorando el ángulo entre la nariz y el labio superior poco armónico u otros defectos específicos. También puede mejorar problemas respiratorios.

La rinoplastia puede ser realizada a través de incisiones en los orificios nasales (endonasales) o una mínima incisión en la columela (abierta), junto con las incisiones de los orificios, dependiendo de cada caso. La incisión permite el acceso al cartílago y al hueso que pueden ser remodelados y manipulados para alterar la apariencia externa de la nariz.

La giba, si existe, es habitualmente extirpada. A continuación, los huesos nasales son aproximados para formar un puente nasal más estrecho. La extirpación del cartílago reduce la forma de la punta nasal y mejora el contorno de la misma.

Al mejorar el ángulo entre la porción baja de la nariz y el labio superior se eleva la punta nasal. En caso de reducción de una nariz grande, la base de la nariz es desproporcionadamente ancha. En este caso es necesario extirpar unas cuñas de piel en la base de la nariz con objeto de reducir la misma. Si tiene problemas respiratorios o tiene desviada su nariz será preciso tratar el septum o tabique en el mismo tiempo.

Duración:

Hora y media.

Anestesia:

General o local y sedación.

Ingreso:

Veinticuatro horas

Síntomas:

Inflamación y hematomas

Recuperación:

Incorporación laboral: de una a dos semanas

Tras la cirugía se coloca una pequeña escayola o plástico con objeto de mantener el hueso y el cartílago con su nueva forma. Normalmente se utiliza un taponamiento nasal para proteger el septum, particularmente si se ha efectuado al mismo tiempo una intervención de tabique nasal. La intervención dura alrededor de una hora y media, dependiendo de cada caso en particular.

Tras la intervención puede haber alguna molestia que es fácilmente controlable con la medicación. Convendrá tener la cabeza elevada y aplicar compresas frías o hielo, protegido siempre con gasas, en los ojos con objeto de reducir la inflamación postoperatoria y equimosis (cardenales). El taponamiento nasal es retirado normalmente al día siguiente, siendo dado de alta del hospital, y la escayola a la semana. La inflamación y equimosis alrededor de los ojos comienza a desaparecer a los pocos días de la operación y generalmente se habrá resuelto en las dos o tres semanas siguientes.

Puede permanecer una pequeña inflamación de la nariz que irá desapareciendo de forma gradual en las siguientes semanas, si bien tardará unos cuantos meses en alcanzar su forma y apariencia definitiva. Como la operación de rinoplastia se efectúa desde el interior de la nariz, no hay cicatrices visibles.

El paciente no ha de esperar un cambio inmediato después de la cirugía. La recuperación es un proceso gradual, cuyo resultado final no tiene lugar hasta que ha transcurrido un determinado periodo de tiempo. El aspecto final de la nariz puede no ser aparente por semanas, meses o en algún caso excepcional incluso hasta un año o más. El grado de mejoría depende de la extensión del trabajo a realizar y de la estructura básica de la nariz y fundamentalmente de la piel.

En la mayoría de los casos, aun cuando la nariz aparece mucho mejor y más natural, la cirugía puede ser poco notable para los amigos e incluso familiares, ya que la intención normalmente no es crear una nueva nariz, sino más bien corregir aquellas imperfecciones nasales que alteraban las proporciones de la cara. En algún caso puede ser necesario un retoque adicional para perfeccionar el resultado. Aunque el paciente debe de estar levantado para evitar la inflamación y comenzar a hacer su vida normal uno o dos días después de la operación, es conveniente no reanudar la rutina normal para permitir una cicatrización adecuada. Puede reincorporarse a su trabajo a la semana. Asimismo deben evitarse los ejercicios violentos en unas semanas hasta la total estabilización de la nariz.